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La flexibilidad y agilidad propias de Zara, como parte del grupo Inditex, caracterizan su consolidado modelo de integración omnicanal, que permitió a la marca redirigir rápidamente las existencias hacia el canal online al comienzo de la crisis sanitaria. Pese a la pérdida de arraigo físico, sobre todo en España y Asia, sus canales digitales atrajeron en 2020 a 3.500 millones de usuarios. Su omnipresencia digital se consolida a escala global gracias a un aumento de las colecciones que se venden exclusivamente en su web y app, apreciadas por su navegabilidad, diseño y contenido.

En términos de marca, Zara sigue virando hacia un posicionamiento más premium. Si bien la enseña se ha caracterizado siempre por reaccionar con rapidez a los flujos de la moda, su flamante colección confirma su aproximación al lujo con una actitud proactiva y determinada a crear tendencia por sí misma.

De hecho, entre sus últimos movimientos, en línea con la deriva de la industria del lujo, destacan su primera línea para el universo virtual, , o su incursión en la cosmética con .

La misma evolución afecta a Zara Home, que cuenta con una nueva imagen (incluida una tipografía propia), un nuevo concepto de tienda y líneas de productos que se internan en nuevas categorías, como las mascotas, o colecciones que se diseñan en colaboración con otras marcas, como la holandesa Kassl Editions.

Con sus fortalezas cultivadas durante décadas, Zara tiene el cometido de trasladar su liderazgo al ámbito de la sostenibilidad y la economía circular, un gran reto que le permitirá, una vez más, revolucionar el mundo de la moda.